La abuela Encarnación y Diego, su hijo, en el cumpleaños de la abuela, 2005 (jch)
La primera vez que subí a la casa de Cany como entenderéis iba un poco asustado, tenso. Entraba a la casa de mi entonces amiga, hija de uno de los grandes nombres de Murcia, el abogado Diego Ruíz Marín conocido estudioso de la lengua murciana. Fue la noche de Reyes de 2000, la noche mágica del año en que la familia Ruíz-Maciá celebra con una cena de postín la noche de los Reyes Magos.