Como buen turista despistado ajeno a la ruta, la llegada a lo alto de la montaña, tras atravesar la carretera estrecha y angosta en coche, es el premio merecido, aquello que descubres sin saber de qué iba la película. Sí que sabía que había algo gordo ahí arriba, que ya me lo habían advertido -"lo vas a flipar, primo"-, pero uno va sin darse mucho alpiste aunque con la cámara preparada por si hay faena.
Y entonces lo flipas, primo...
La importancia de la base en sí -o de las dos bases, Castillitos y El Jorel- consistía en la colocación de dos cañones Vickers en lo alto de las instalaciones, dos big guns de 381/45 -modelo 1926- fabricados en Sheffield (Inglaterra). Estas piezas alcanzaban de tiro casi los 40 km lanzando proyectiles de acero de 885 k. La cota donde están instalados es de 252,2 msnm (metros sobre el nivel del mar), dando cobertura a la mitad de la dársena del puerto cartagenero -la otra mitad la cubría su gemela, la batería de Cenizas en Portmán-. En la loma de El Jorel, en el extremo de las instalaciones, se instaló la artillería secundaria compuesta por cuatro cañones 15’24 de calibre 45 de la misma casa Vickers -modelo 1923-, instalados a una cota media de 218’40 msnm. Su alcance era de 21.200 m.
La base estuvo operativa hasta 1994 cuando queda fuera de servicio por la aplicación del Plan Norte. Hoy está declarada Bien de Interés Cultural y pertenece al Ministerio de Transición Ecológica.
Las primeras inversiones para su mantenimiento vinieron del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino en 2009. La responsable de Demarcación de Costas del gobierno regional por aquel entonces, la funcionaria Francisca Baraza, fue la responsable del destino de los casi tres millones de euros que el Gobierno invirtió en los ocho fuertes militares del litoral cartagenero, obras que consistieron en la retirada de escombros, el cierre de edificaciones que pudieran suponer un peligro para los visitantes, la instalación de barandillas de seguridad en caminos y miradores, la colocación de carteles y cámaras de seguridad en los accesos, así como la reparación de sendas peatonales y la retirada de plantas invasoras.
En diciembre de 2018, el entonces consejero de Agua, Agricultura, Ganadería y Pesca del gobierno murciano, Miguel Ángel del Amor, pregonaba a bombo y platillo una ayuda de 144.969 € del Programa de Desarrollo Rural para su recuperación dentro de las supuestas obras de restauración de la batería con un monto estimado de 362.000 €, cofinanciadas, cómo no, en un 63% por los fondos europeos FEDER. El proyecto consistía en rehabilitar el acuartelamiento para un uso ecoambiental, con una recuperación de las edificaciones para alojamientos, usos colectivos como locales de restauración, salones sociales, aulas y otras peplas, como publicaba La Verdad en su día. Pues hasta hoy nada de nada, monada.
Vamos al tema...
Hay que ir preparado para la excursión teniendo en cuenta la falta de recursos dentro del recinto, esto es, ni fuentes de agua potable ni excusados. Lo primero vestirte con ropa suelta, de algodón y fresca, con un par de capas por si hay que ir soltando lastre durante la mañana, y una buena chupa por si hace levante. Llevaremos un calzado adecuado para las caminatas, aunque con unas zapatillas deportivas sobra pues la casi totalidad del recorrido se hace sobre la carretera asfaltada o entre los pabellones, que cuentan con buenas escaleras -todavía accesibles y en buen uso- para acceder entre las dos alturas de la batería.
Por lo tanto llevaremos nuestra mochila con agua, servesica fresca o similares, algún refrigerio de esos de medio día, tipo bocata con companaje, y dátiles o frutos secos que nos aporten energía para las dos horas y pico que estaremos dando vueltas por este lugar de película. Yo os recomiendo una buena cámara para fotografiar el litoral entre las dos calas, la una con fin en Escombreras y la otra con Bolnuevo de fondo, un espectáculo impresionante como el que vivimos el otro día, tras cinco días de levante, en el que lució un sol radiante en una atmósfera que olía a romero y pino.
Hoy está todo abandonado y vandalizado. Pero podría estar peor, sí, y es obvio que gracias al civismo y sentir de la gran mayoría de los curiosos y visitantes que nos acercamos a estas inimaginables instalaciones intentamos cuidarlas para un futuro cercano en que las administraciones municipales, regionales y estatales preparen un plan de actuación para esta belleza sin igual de nuestra costa, un recinto medieval digno de la reina de los Siete Reinos, la mismísima Cersei Lannister, por donde surcaría los cielos la Reina de Dragones Daenerys Targaryen para hacerlo todo mistos... Si los Vickers la dejaran, pero esa ya es otra historia...
Fotos: jch
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